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  • Foto del escritorOrti Ortiz

Tyler Durden, el sociólogo (acto 1)

Murmullo del gentío. Primer plano de Tyler. Fondo desenfocado. Bolas de billar resuenan. Durden finaliza un trago y deja la jara en la mesa. Se escucha el ruido del contacto del vaso con la madera. Cambio de plano. Ahora, primer plano de el narrador. Fondo desenfocado. El narrador inicia su reflexión.


No, verás, cuando compras algo sueles decirte, eso, eso es lo que necesito y lo quiero, pasé lo que pasé. Tenía el problema solucionado.


Detrás de él, los responsables de un nuevo choque de las pool balls. Otra vez, cambio de plano. Vuelve Tyler a escena. Fondo desenfocado. Su brazo izquierdo se alarga por el respaldo del sillón. Su mejilla derecha reposa en la palma de su mano derecha. El codo de su brazo derecho se apoya en la mesa para favorecer el acople de la palma. Cara de incredulidad. Sigue la consideración de el narrador mientras se escucha de nuevo el impacto de las bolas de billar:


Lo tenía todo. Tenía un buen equipo de música, un armario que rebosaba ropa de marca.


A lo largo de la secuencia, Durden ha pestañeado seis veces y ha realizado un par de muecas. Regresa el narrador a pantalla. Plano medio. Fondo desenfocado.


Estaba acercándome, a la realización personal.


Durden retorna a escena. Separa la palma derecha del rostro, hace un gesto de muñeca para que esta vez el dorsal abrace su mejilla derecha. Actitud empática, semblante agnóstico. Tyler esboza:


Joder, y ahora ya no te queda nada.


Al finalizar la frase, Tyler coge el jarrón de cerveza situado en la mesa y rellena su jarra. Cambio de plano. Aparece el narrador. Éste responde a la apreciación de Durden con un Nada de nada. Para dar mayor énfasis a su aspaviento, realiza un movimiento lateral con la mano que sujeta la jarra, la izquierda. Posteriormente, toma un sorbo de cerveza. Entretanto finaliza el trago, Durden le contesta:


Lo superarás.


Plano medio de Tyler. Sigue el fondo desenfocado. Durden deja de servirse y pone la jarra en la mesa. Continúan los murmullos del gentío. Bolas de billar vuelven a resonar. Sucesivamente, Tyler pregunta a el narrador:


¿Sabes lo que es una nórdica?

Plano de el narrador. Se sigue escuchando el cuchicheo de los clientes. Fondo desenfocado. Mirada hacia abajo. El narrador responde a Tyler reforzándose con las manos que expresarán incógnita.


Un edredón.


Al finalizar la oración, el narrador vuelve a establecer contacto visual con Durden. Cambio de plano, reaparece Tyler. Éste le responde:

Sí, una manta. Una simple manta.


Resuenan de nuevo las bollas de billar. Durden prosigue con su reflexión. Intensifica su alegato con la mano derecha: se señala a sí mismo, luego a el narrador, seguidamente a sí mismo y finaliza con un gesto en forma de onda.


¿Porqué dos tipos como nosotros sabemos eso?


Regresa el narrador a plano. Mirada exhausta, tez extenuada.


¿A caso resulta esencial para nuestra supervivencia en el sentido primitivo de la palabra?


Mientras finaliza la oración, vuelve Durden a escena siguiéndose reforzando con la mano derecha. Éste continua:


No, ¿entonces qué somos?


Plano medio de el narrador. Fondo desenfocado. Detrás de él, los responsables del anterior choque de las pool balls. A lo largo de la secuencia el narrador mira hacia arriba y a la izquierda denotando el contacto con un recuerdo o con una experiencia ya vivida. Al unísono, encoge los hombros expresando duda y desconocimiento. Éste responde:


Qué se yo. Consumidores.

Vuelta a plano de Tyler. Fondo desenfocado. Durden separa su espalda del respaldo del sillón. Se inclina hacia el narrador para brindar más brío a su respuesta. Para ofrecer mayor afán a su réplica, se apoya en su mano derecha que señala a el narrador.


Así es. Consumidores.

En 47 segundos Durden da significado a un fenómeno. En 470 decisegundos otorga un concepto a una manifestación. Fijémonos. Desde 1973 la sobreacumulación ha devenido en circunstancia endémica. Ésta, expresada de forma circular en el transcurso del ciclo económico capitalista (Mattick, 1977), precisa la incorporación de mercancías ociosas capaces de “compensar los problemas crónicos de sobreacumulación” (Harvey, 2004, pág: 124).


El proyecto neoliberal “cobró mucho sentido” (Harvey, 2004, pág: 119) como mecanismo restaurador de los problemas “surgidos en la reproducción ampliada” (Harvey, 2004, pág: 124). Mediante la re-regulación de los marcos jurídicos y la privatización de sectores estratégicos, el sistema capitalista habilitó salidas rentables a productos alejados del circuito mercante: los derechos de propiedad intelectual mediante patentes y licencias de material genético, la mercantilización de la naturaleza por medio de la usurpación de espacios antes comunes, la mercantilización de distintas expresiones culturales o la privatización y empresarización de instituciones hasta entonces de carácter público. Todos estos ejemplos se alzan como representaciones concretas de “la aplicación de una política en el ámbito internacional de neoliberalismo” (Harvey, 2004, pág: 139).


Pero cuidado. “El neoliberalismo no es sólo destructor de reglas, de instituciones, [y] de derechos, es también productor de cierto tipo de relaciones sociales, de ciertas maneras de vivir, [y] de ciertas subjetividades” (Laval & Dardot, 2015, pág: 13-14). Así, “el paulatino avance de las privatizaciones” (Colás, 2018, pág: 103) transformó “la forma en que esta sociedad moldeó a sus integrantes” (Bauman, 2000, pág: 44). Y es que la necesidad de una expansión económica permanente necesitaba de la generación de nuevas realidades capaces de eliminar cualquier elisión en el flujo de capital. Por ello, “el giro neoliberal del capitalismo” (Casassas, 2018, pág: 71) transformó "al ciudadano en consumidor” (Han, 2014, pág: 13)


Las políticas de corte neoliberal orquestadas por “las élites extractivas” (Casassas, 2018, pág: 180) habilitaron "situaciones de mercado"(Laval & Dardot, 2015, pág: 219) que capacitaron al individuo para que éste pudiera elegir y decidir dentro un mercado privado de bienes y servicios. La decisión diaria aconteció en el verdadero propulsor “de la representación individual y de la participación en sociedad” (Olsen entrevistado por Zamora, 2019, párrafo: 10). El plebiscito cotidiano devino, por tanto, en el marco proveedor de soberanía. De esta manera, en situación de competencia y “sin la intervención de una autoridad que emita órdenes y prohibiciones y castigue a los infractores” (von Mises, 2011, pág: 855),

“cada penique gastado es un voto del consumidor que indica aquellos productos y servicios a los que deberían dedicarse los recursos de la sociedad. Si a la gran mayoría de los consumidores les disgustan los automóviles morados con puntos verdes, entonces una sociedad basada en la propiedad privada no desperdiciará recursos a la producción de automóviles tan extraños. Si algún fabricante excéntrico desdeñara los deseos de sus clientes y fabricara vehículos que se ajustaran a sus extraños gustos, se quedaría pronto sin negocio” (Murphy, 2003, párrafo: 5).


La conceptualización ilustrada por Tyler es, sin duda, la visibilización de un ethos impuesto “en todo lugar y en cualquier momento” (Moruno, 2015, pág: 154). El nihilista ofrece una representación sociológica a una realidad existente: que “la nuestra es una sociedad de consumidores” (pág: 43), tal y como dice Bauman (2000).


Orti Ortiz

Bibliografía

  • Bauman, Z. (2000). Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Editorial Gedisa.

  • Casassas, D. (2018). Libertad incondicional: la renta básica en la revolución democrática. Barcelona: Paidós.

  • Colás, Á. R. (2019). Ciudadano vs consumidor: significado del consumo en el postcapitalismo de Streeck. OXÍMORA Revista Internacional de Ética y Política, (14), 91-108.

  • Han, B. C. (2014). Psicopolítica: neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Herder Editorial.

  • Harvey, D. (2004). El nuevo imperialismo (Vol. 26). Ediciones Akal.

  • Laval, C., & Dardot, P. (2015). La nueva razón del mundo. Editorial Gedisa.

  • Mattick, P. (1977). Crisis y teoría de la crisis. Ediciones de Bolsillo.

  • Moruno, J. (2015). La fábrica del emprendedor: Trabajo y política en la empresa-mundo (Vol. 37). Ediciones Akal.

  • Murphy, R. P. (2003). Soberanía del consumidor: qué quería decir Mises. Mises Institute. Disponible en: https://mises.org/es/library/soberania-del-consumidor-que-queria-decir-mises

  • Olsen, N. (2019). Cómo el neoliberalismo reinventó la democracia.Entrevistado por Zamora, A. Cronicón. El observatorio latinoamericano.

  • Von Mises, L. (2011). La acción humana. Unión editorial.

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